lunes, 20 de octubre de 2008

uso de los saberes en la educacion.

Quiero agradecer a las compañeras por su aporte, y quiero aclarar mi punto de vista, resistiéndome a consultar los diccionarios.
Lo que quiero significar es que un saber se me antoja como el resultado de un proceso individual de la aproximación a la verdad, en tanto que un conocimiento es la aceptación de un saber como válido para todos, luego de superar ciertas pruebas de validez universal. De ahí la importancia del método usado en la producción del conocimiento (el método científico), en contraposición del método o procediumiento (muchas veces subjetivo) de la conformación de un saber. Es decir, yo puedo "saber" que existen los extraterrestres, pero no los "conozco". De esa forma, categorizo mi acercamiento a la realidad de una manera que me permita actuar sobre ella: el conocmiento científico debe priorizar sobre mis saberes.
Pero surge otra cuestión: el conocmiento científico tiene como característica fundamental que reconoce su distancia hasta la realidad: es decir, se reconoce con cierto grado de falsedad que es ineludible. Esa distancia por lo general la llenamos desde nuestros saberes, de tal manera que tenemos siempre un concepto de la verdad sin la posibilidad de saber si realmente esta es "verdadera" (je je, qué enredo).
Bueno, el asunto es que me surge la pregunta: ¿el conocimiento científico debe priorizar sobre mis saberes o mis saberes sobre el conocimiento científico?
Desde nuestra actividad como docentes encontraremos siempre este tipo de situaciones, bien sea porque el estado de arte no ha llegado a calificar esas situaciones o porque en nuestra preparación profesional no hemos alcanzado a estudiar los desarrollos que sobre ellas han hecho los pedagogos a traves del tiempo. ¿Cómo las enfrentamos?
Lamentablemente, creo que con muy pocas excepciones, solucionamos esos problemas desde nuestros saberes, sin consultar la ciencia. Terminamos invalidadndo todo el desarrollo científico previo de la humanidad porque partimos desde cero: mis propios saberes pueden estar a tono con los saberes de mi abuelita de hace 50 años. Entonces aparecen maestras de primaria que dan coscorrones a los niños o rectoras (leyeron las noticias?) que expulsan a los estudiantes porque no aceptan arrodillarse ante ella, o de cuerpos colegiados enteros que menosprecian como revoltoso a un estudiante por el hecho de ser deliberante. Y eso sin mencionar, por supuesto, el caso de la influencia de las nuevas tecnologías y el desarrollo aprendizaje autónomo en el sistema educativo.
¿Cómo evitar que nuestros saberes "manden la parada" frente al reto del uso de las nuevas tecnologías en el aula de clases? ¿frente al reto de la incorporacion de nuestros estudiantes como individuos pensantes y productivos dentro de una sociedad del conocimiento?
Su coequipero,
Elkin Marquez.

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