martes, 16 de diciembre de 2008

¿EDUCACIÓN = FORMACIÓN?

16/12/08

Hoy estuve leyendo la participación de un compañero de la U, y noté que usaba el término formación como una actividad realizada dentro de la educación.

Yo le escribí lo que sigue, explicando porqué no estoy de acuerdo con esa sinonimia.

"...me gustaría referirme al término de "formación", el cual considero impropio de la educación, o a la verdadera educación como impropia de la formación.

En mi entorno, estamos acostumbrados a mezclar los conceptos de formación, educación, capacitación y entrenamiento. Pero sin ir a profundizar en lo que no sé, quisiera resaltar que "formación" presupone la existencia de un "molde" al cual se debe ajustar la persona o la cosa "formada".

La educación, por el contrario, debe ser la activación de un motor de búsqueda hacia el interior de cada quien, hasta encontrar o diseñar su propio "perfil": ¡es todo lo contrario!

Pero nada más mirar "por encimita" a las escuelas, y parece que la formación manda la parada: formación para entrar a los salones, uniformación para el vestir, normas de convivencia heterónomamente construidas, reglas y más reglas...

Por el contrario, casi ningún profesor parece tomarse en serio su misión como desarrollador de talentos, como entrenador de la vida. Simplemente somos "formadores".

¿Qué formamos?
Tomamos jovenes inquietos, y los tornamos "disciplinados".
Tomamos niños llenos de preguntas, y los formamos "hacedores de tareas".
Tomamos la inteligencia natural e inquisitiva, y la sometemos a un currículo. una carrera ajena.
Tomamos espíritus libres, y los formamos en espiritus encadenados a una nota o una valoración.

No estoy de acuerdo en confundir "educación" con "formación". Uno puede formar un pan de yuca de una masa de yuca, pero nunca debe saber con certeza qué va descubrir en un muchacho obstinado. Si lo sabemos con anticipación, entonces nuestro trabajo lo puede hacer cualquiera, y nos tenemos bien merecido el bajo sueldo que ganamos.

sábado, 13 de diciembre de 2008

LAS DISCUSIONES ESTÉRILES

Estuve disertando en la reunion de plan de mejoramiento de mi institución acerca del planeamiento curricular: que a mi me parece una debilidad del sistema el que pida los planes curriculares de área antes de iniciar el año escolar. Yo manifesté la idea de que la planeación educativa debe empezar una vez que se conocen a los estudiantes, sus necesidades y sus expectativas, tanto individuales como de grupo. No bien había expresado mi idea cuando una profesora se levantó a contradecirme. Muy bien. Ella dijo que por las edades de los muchachos y las exigencias del currículo ya uno como docente debe anticipar qué es lo que se les debe enseñar. Eso no era lo que yo estaba expresando, pues aunque se esperen muchachos con determinadas características, el grupo que realmente llega puede ser muy distinto al “planeado”, con la excepción de los docentes de primaria que migran de grado junto con sus grupos. Esa delimitación del plan por lo general provoca una rigidez en el programa y obstaculiza la participación activa del estudiante en la determinación de su propio futuro, y perjudica el desarrollo de su autonomía, que hasta ahora es un valor practicamente ausente en el diseño de la educacion de mi institución. Obviamente mi idea no fue comprendida, y pudo interpretarse como una tontería, pero eso es válido. Mi reacción fue terminar con la discusión, aceptando las posibilidades de error en mi propuesta y las posibilidades de certeza en los argumentos de la profesora.

Luego y en lo personal, un amigo me criticó el abandono de la discusión como señal de debilidad “argumentativa”, y eso me puso a pensar. Luego de meditar un rato, quise construir este escenario ficticio que ahora les propongo como "lo que debería haber hecho".

Jusrto después de la intervención de la profesora, me hubiera gustado referír la historia del tipo que se encontró a otro y le dijo: “oye Raúl como has cambiado... antes eras gordo y ahora eres flaco, antes eras alto, y ahora eres bajo, antes eras blanco y ahora eres moreno!” a lo que el otro tipo le responde: “yo no me llamo Raúl, sino Pedro”. “Vaya… hasta el nombre te cambiaste…”

Ja ja. Si alguien tiene una idea en la cabeza y esta convencido de que es cierta, no vale la pena discutir. ¿para qué vamos a amargarnos la vida?

Otro relato que me hubiera gustado referir es este: Cierto periodista fue a entrevistar a un anciano que había logrado alcanzar la sorprendente edad de 120 años, para indagar por los motivos de su longevidad. Una vez hecha la pregunta, el anciano respondió: “mi secreto es mi estilo de vida. Nunca me he peleado ni discutido con nadie, y si lo he logrado es porque nunca he contradicho a nadie, así de sencillo”. Entonces el periodista, perplejo, le replicó “¡pero eso no puede ser, no lo puedo creer!” a lo que el anciano dijo “Ah, bueno, entonces no”.

Ja ja. No nos amarguemos la vida en discusiones que no van a llevar a ninguna parte. seamos felices.

Otra más: durante el desarrollo de un juicio, el juez escuchaba atentamente a los argumentos del fiscal, y al final de la intervención se le quedó mirando de manera pensativa y le dijo “usted tiene toda la razón”. Luego se levantó el abogado defensor y expuso los argumentos de la defensa, y al final de la intervención el juez se lo quedó mirando de manera pensativa y le dijo: “usted tiene toda la razón”. El secretario, que estaba trascribiendo el juicio, se dio cuenta de la incoherencia del juez, y muy sigilosamente se le acercó y le dijo en voz baja: “Sr. Juez, los argumentos del fiscal y del defensor son opuestos, usted no puede darle la razón a los dos al mismo tiempo”, a lo que el juez se lo quedó mirando de manera pensativa y le dijo “usted tiene toda la razón”.

Ja ja. Es posible que todos tengamos la razón! (esa es una de las remificaciones filosóficas de la fisica cuántica, ver Blog anterior en el que hablo del tema).

Entonces, ¿para qué pelear? No vamos a emprender discusiones estériles que no conducen a ningún lugar. Yo creo que si cada uno está convencido de su punto de vista, es mejor que aplique lo que crea conveniente. Es como si cada uno estuviera convencido de que su religión es la verdadera. Basta de peleas, hay que aceptar la diferencia del otro.

Sin embargo, yo no estoy convencido de que mis ideas sean las correctas. Solo me gusta proponer ideas distintas para ver si consigo resultados diferentes.

¿y si resultan, entonces qué haré?

lunes, 20 de octubre de 2008

EL ESTABLECIMIENTO DE LA OBEDIENCIA COMO VALOR A PARTIR DEL MITO RELIGIOSO DEL PECADO ORIGINAL PERTURBA LA FORMACIÓN DEL CIUDADANO AUTÓNOMO

ENSAYO
PRODUCCIONES PEDAGOGICAS
EPDAA UNAD Semestre I 2008
MITOS EN LA ESCUELA
“EL ESTABLECIMIENTO DE LA OBEDIENCIA COMO VALOR A PARTIR DEL MITO RELIGIOSO DEL PECADO ORIGINAL PERTURBA LA FORMACIÓN DEL CIUDADANO AUTÓNOMO”
ELKIN B MARQUEZ F

“Por cuanto por la desobediencia de un hombre, la muerte llegò al mundo..”
La Biblia

La sociedad colombiana ha venido atravesando una situación conflictiva desde sus mismas entrañas sociales. Varias generaciones han visto escalar una violencia que a veces parece no tener fin. Miles de personas han muerto o desaparecido, o aùn permanecen secuestradas, rehenes de una discusión en torno a ideas que casi nadie entiende o quiere entender. Diversos lideres de opinión, y personalidades en puestos de influencia, han vendido la idea simplista de que la rebelión, por sì misma, es la causa de la gran mayorìa de los males de la sociedad; permanentemente vemos en los medios de comunicación còmo acusan a los grupos rebeldes del caos y la barbarie actual del conflicto interno, o de haber sido la génesis de la conformaciòn de grupos màs violentos aún., y la descomposición de sus ideales primarios son imputados a los intereses económicos del narcotráfico.

Luego de interpretar los mensajes recibidos en los medios -muchos de los cuales estàn alineados con la institucionalidad-, el currículo oculto con que se pretende formar al ciudadano, y el resurgimiento de la importancia de las asignaturas de ètica, urbanidad, valores y religión en las escuelas, noto con detenimiento que se está validando un mito en la sociedad colombiana, que refuerza el mito religioso segùn el cual el origen del mal y la muerte, con todo el sufrimiento que conlleva en medio, proviene de la desobediencia.

El mito religioso, principalmente en las religiones judeo- cristianas, es que la desobediencia es la causa de la perdida de la vida eterna. En este mito, el “bien” esta determinado heterònomamente por la voluntad de Dios, y el mal es la oposición a Èl, o la simple desobediencia a sus mandatos. De esa forma, según la interpretación del apostol Santiago, “El Pecado es la trasgresión (desobediencia) a la Ley”. Y, adicionalmente, el Apostol Pablo apoya la idea de “obedecer a la autoridades civiles” (participación en el foro: insertar las citas y añadir más comentarios que refuercen la idea), ya que ellas son “colocadas por Dios”.

Ese mito fue inculcado a nuestra comunidad a través de la educación de aborígenes en América, por los conquistadores cristianos católicos. La formalización de esa enseñanza se expresaba a través del bautismo o profesión publica de fe. (Participación del Foro o Wiki: Enriquecer con datos de historiadores y la génesis de la educación en el nuevo mundo). De paso, como una añadidura, la religión que salvaba las almas también protegía los intereses de la monarquía.

La identidad de nuestro país es profundamente cristiana, tanto por la Iglesia Catòlica como por las subsecuentes religiones protestantes. En concordato con el Vaticano hasta hace unas dècadas, èste era el “Paìs del Sagrado Corazòn”.

Lo que aquì vengo a plantear es que este mito, arraigado desde nuestras profundas creencias, enseñado como valor o principio por nuestros padres y abuelos, viene a incidir en la educación que queremos ofrecerle a nuestros niños y jóvenes en la actualidad: Les enseñamos que la obediencia es una virtud, por sì misma, y luego se hace difícil entender la rebeldìa como otra cosa que una maldad.

Junto con la enseñanza de la obediencia se proponen otros valores conexos, de intereses ocultos, que ayudan a formar una idea màs clara del significado de la obediencia, (participación en el foro: proponer una definición de valores y còmo se construyen) y de esa forma reconocer la sumisión a las normas como un valor ciudadano, y la aceptación de las leyes impuestas como un modelo de convivencia. Al sistema de gobierno, sea cual fuere, le conviene, para perpetuar su posición hegemónica y ganar la sumisión de sus gobernados, hacer uso del sistema educativo y a traves de él enseñar la religión y la obediencia abyecta como virtud.

Sin embargo, para que un estado pueda contar con el sistema educativo, primero es necesario que el sistema educativo le pertenezca, que los integrantes del sistema sean todos de la misma filosofìa o doctrina. Afortunadamente, el Estado Colombiano no ha tratado al sistema educativo con la conveniencia que necesitaba para obtener su genuflexa abyecciòn. Al contrario, la relaciòn siempre ha sido de contienda, porque el gremio de la educación nunca se ha sentido bien tratado por las polìticas de Estado: o los docentes son mal pagados, o la ocupación de la docencia es menospreciada como profesion de segunda, etc. Ademàs, por el tipo de oficio que realizan los docentes, la cercanìa al conocimiento los convierte en personas màs despiertas y conscientes del entorno, y menos proclives a adquirir doctrinas inmutables. Estos hechos, que al parecer de muchos maestros han sido desafortunados, lograron mantener una separaciòn tal entre el Estado y el Sistema Educativo, que incluso èste ùltimo ha tenido visos de cuarto poder de la democracia, aparte del ejecutivo, el legislativo y el judicial, porque ¿Quién no recuerda un enfrentamiento entre policìas y universitarios? ¿o la prohibición que impuso la cultura para que la fuerza pùblica tuviera vedados los centros de estudio?

Esta separaciòn entre Educación y Estado, le ha servido màs al mantenimiento de la democracia que la separaciòn Iglesia-Estado, tan ampliamente defendida en Estados Unidos, el paìs democràtico por antonomasia.

Por otro lado, aunque la educación colombiana no es un bastión del gobierno, y aùn permanece el espìritu crìtico entre los docentes, el mito de la desobediencia como origen de muchos males sigue atravesando las intenciones de todas nuestras acciones y quehacer diario.

Una posible interpretación de còmo funciona ese mito en la pràctica de la convivencia y del gobierno estudiantil es la que se expone a continuación.

Indagando sobre el procedimiento para la elaboración del manual de Convivencia en una institución educativa (*********), se halló que siguieron los soguientes pasos:

Determinación de las metas de trabajo, y de los fines de la actividad, segùn lo establece las Normas y la Ley.
Establecimiento de equipos de trabajo, mayormente de directivos y docentes, algunos padres de familia y unos pocos estudiantes “representantes” de los demàs.
Formulaciòn de las normas que regirìan el comportamiento de los miembros de la comunidad educativa y los castigos impuestos a las desviaciones.
Trabajo en las demàs partes del manual.
Socializacion, entrada en vigor y cumplimiento del Manual de Convivencia.

Observando el procedimiento del mismo, se nota que el mito se deja ver en las acciones de los docentes al menos en cuatro ocasiones:

Para emprender la labor de formular el Manual de Convivencias se obedece a una Ley. La génesis misma de la acciòn esta motivada por la obediencia y no por una iniciativa original. Se obedece a la Ley porque eso es lo correcto, de la misma manera en que Dios establece unilateralmente lo que es correcto segùn su Sabiduría y Omnipotencia.

La escasez representativa de estudiantes pone de relieve que ellos van a ser los “gobernados” y por ello tienen poca importancia en la construccion de las “leyes”, de la misma forma en que Dios no consultò a ningún humano para formular sus mandamientos. De esa misma forma, si mal no recordamos, eran impuestas las normas en el hogar paterno: “porque yo soy su papà y punto”.

Los castigos impuestos a las “desobediencias” le dan un carácter punitivo a la misma. La desobediencia es algo que hay que castigar, y todavía vemos el castigo como una estrategia conductista pavloviana. La escuela se diseña entonces para entrenar conductas y para castigar a quienes no se dejan “formar”. La desobediencia a las normas tiene consecuencias negativas para el infractor, de la misma manera en que la desobediencia original acarreò la muerte para todo el gènero humano. Tambièn observo que el estudiante es muy poco tenido en cuenta para negociar los castigos, asi como tampoco fue tomado en cuenta para negociar las normas.

La “ENTRADA EN VIGOR” es la mejor parte de la heteronomìa del manual de Convivencia. Serìa una señal de debilidad institucional si en lugar de “entrada en Vigor, publiquese y cumplase” se pusiera “entrada en negociación de sentidos, usted lea y diga què le parece la norma”. Pero ese serìa el ejercicio de una autèntica democracia, que tenga en cuenta la total importancia del “pueblo” en la ejecución de las leyes. De esa forma se evidencia la influencia del Mito, ya que análogamente, Dios no entra a negociar ninguno de los puntos de sus leyes. (De otro modo, no serìa reconocido como Dios… un Dios que negocia sus leyes con los humanos es un Dios que no tiene carácter inmutable, y si es un Dios cambiable, no puede ser un Dios perfecto, ya que la perfección no cambia, y si no es un Dios perfecto, pues no puede ser Dios).

A partir de allí, la cultura escolar interpreta la obediencia como una condicion necesaria para la “salvación” escolar, si acaso se puede transpolar el concepto de un ambiente religioso al ambiente escolar. Se le exigirá al estudiante una obediencia ciega a los preceptos morales de los “mayores”, en este caso, los que toman el lugar de heteronimia: directivos y docentes, aún sin entenderlos.

Se asume que los preceptos o principios deberán ser obedecidos o acatados por los jóvenes a pesar de no ser comprendidos. El currículo oculto predica en voz baja que no es muy necesaria la participación del estudiante en la construcción de las normas, como no sea en aspectos marginales o en propuestas que refuercen la filosofía de los “mayores”.

El docente asume en su aula que tiene el mandato para exigir obediencia absoluta de los jóvenes a su cargo, e imponer normas dentro de su clase, tales como “no hablar mientras el profesor expone”, “No levantarse de la silla”, “No salir del salón”, “No hablar hacia el profesor con un tono que no sea el correcto (eso lo interpretará el profesor a su gusto)”, “No tomar el nombre del profesor para hacer cosas vanas (eso tambien lo interpretará el profesor a su buen criterio)” y muchas otras normas que son formuladas e impuestas sin primero hacer una “negociación de sentidos” como plantea Dewey.

El docente siente que tiene que defender su punto de vista, imponer sus valores y disciplinar al joven en la obediencia como parte de su misión educadora, como parte de las penas que debe expiar la humanidad por haber desobedecido a Dios y por ende haber perdido la vida eterna.

En contraposición a ese enfoque planteado hasta ahora, quisiera mostrar una alternativa para interpretar la obediencia.

El individuo que obedece a normas que no han sido previamente negociadas con sentido, es un individuo esencialmente heterónomo, o alguien que no ha llegado a la “mayoría de edad” kantiana. Cuando un individuo ha llegado a la edad de la autonomía y encuentra una norma o una ley sin sentido, forzosamente debe rebelarse contra ella. Pero si ha sido formado bajo la idea religiosa de la sumisión y la obediencia ciega a normas impuestas como reflejo de su cristiandad, entonces no permitirá que su autonomía surja, no se permitirá la mayoría de edad.

La rebeldía es un síntoma de inteligencia, si se hace con argumentos válidos, si se hace desde el criticismo. La rebeldía, pues, no debe confundirse con la violencia ni con el ejercicio de las armas: si se pertenece a una sociedad que no es opresora y es auténticamente democrática, la rebelión deberá ejercerse desde el mundo de las ideas, desde el raciocinio.

La formación de jóvenes auténticamente libres y autónomos, y la construcción de una sociedad más racional, igualitaria y pacífica, debe pasar por reconocer en cada individuo a un ser que ejercita su raciocinio. Cada joven debe ser reconocido como una persona con la que debe negociarse el sentido de las normas, y que debe construir conjuntamente con personas de mayor experiencia los acuerdos de convivencia.

En contraposición a la formación de personas obedientes, debe formarse a personas con criterio, autodisciplinadas, con capacidad para distinguir el bien del mal por sí mismo, con habilidad para expresar sus ideas de forma racional y pacífica, pero firme y con convencimiento. Con habilidades para negociar sentidos en una comunidad, es decir, con habilidades para escuchar e interpretar mensajes y sentimientos de las demás personas.

Una escuela que deje de formar en la obediencia como una virtud, y comience a formar en el criticismo social (Habermas) ¿tiene que dejar de ser una escuela religiosa? Usted qué opina?

ELKIN BILARDO MF

LA FISICA CUANTICA Y EL CONFLICTO INESCAPABLE

LA FISICA CUANTICA Y EL CONFLICTO INESCAPABLE

Por: Elkin Marquez Fernández
Ingeniero y Docente de Física de Media Técnica
Estudiante de la Especialización en Pedagogía para el desarrollo del aprendizaje autónomo, de la UNAD.
Julio de 2008

El conflicto es definido por Brugeth como una cualidad del ser humano, una característica que lo define y lo determina. Desde ese punto de vista, resulta inescapable la siguiente tricotomìa cuando se toma consciencia frente a una situación de conflicto: una alternativa es rechazarlo, otra es aceptarlo y una mas seria ignorarlo.

Rechazar una situación conflictiva implica movilizar esfuerzos para eliminar la situación de conflicto y volver al estado previo a la manifestación del mismo.

Ignorar un conflicto es admitir que no tiene relación con nosotros, o estar “desconectados” intelectualmente de la realidad: no “darse cuenta” de que ese conflicto potencial o efectivamente nos afecta.

Por otro lado, la actitud de aceptar el conflicto es una visión más compleja de la naturaleza de la realidad y prepara al hombre para descubrir nuevas posibilidades. Es decir, de acuerdo con Piaget, el aprendizaje se activa cuando se percibe un conflicto: es cuando el “constructo” (Kelly) elaborado no puede predecir la realidad, por lo tanto surge un conflicto, algo desconocido, una anomalía ha sido percibida por nuestra consciencia.

Desde la física Newtoniana, mas conocida como Física Mecánica Clásica, hemos aprendido a “creer” que las ciencias naturales pueden ser exactas. Es decir, la naturaleza puede y debe ser descrita en su totalidad de una manera objetiva, lo que nos otorgara el poder de predecirla y dominarla. Se considera que para la descripción de la realidad, como objeto de estudio, el observador y el objeto observado deben estar separados, y esa separación garantiza la imparcialidad de los datos recolectados, los que a su vez, una vez agrupados, relacionados, categorizados y aplicados a la lógica, ayudan a describir la realidad.

“La física clásica la erigió Newton como respuesta al sentido común. La materia se puede evaluar, se precisa su posición y su comportamiento, se prevén los movimientos y velocidades, sus energías y sus resultados.”[1]

De esa manera, un observador puede percibir el movimiento de un proyectil, puede recopilar datos, ensayar o experimentar, analizar la información, relacionarla con otros conocimientos, y determinar que la trayectoria que siguen los proyectiles en el plano es una parábola. Este saber puede ser confirmado o comprobado o experimentado por otras personas, sistematizado y convertido en saber científico.

Este paradigma de pensamiento “objetivo” (es decir, considerar que existen objetos de estudio independientes de los observadores, y que estos objetos “existen por si mismos”) nos ha enseñado a tener seguridad en nuestras construcciones del mundo. Luego, construimos (consciente o inconscientemente) nuestros planes en este escenario de naturaleza estable y de relaciones causa – efecto susceptibles de ser descritas. Sin embargo, esa percepción parece estar cambiando dramáticamente.

A partir del desarrollo de la Física Cuántica, y el trabajo de Einstein, Heisemberg y otros notables físicos, nuevas realizaciones han salido a la luz, y grandes personalidades científicas parecen haberse puesto de acuerdo en que, en el mundo subatómico, las partículas que conforman lo que parece ser nuestra realidad, se ubican en el espacio de acuerdo con la observación que se haga de ellas. Es decir, cada observador no solo observa el mundo, sino que con su observación lo va construyendo.

De acuerdo con esta teoría, también es coherente afirmar que es posible que dos personas distintas, a partir de una misma observación, perciban dos situaciones distintas.

Es popular el ejemplo del vaso con un nivel medio de agua. Expuesto a dos observadores distintos, para uno el vaso esta “medio vacío” mientras que para el otro esta “medio lleno”. La realidad, es así interpretada de dos maneras distintas, pero a partir de la observación de un mismo “hecho”. Sin embargo, las teorías de la naturaleza cuantica de la realidad van mucho más allá:

“La física cuántica establece que las partículas elementales, constituyentes del átomo, no son elementos esencialmente reales dada su imprecisión existencial. Se pueden comportar como partículas en un momento dado y como ondas en el siguiente o en el anterior. Existen en un espacio y un tiempo que no reconoce el presente, saltan del pasado al futuro, y a la inversa. El presente material sólo es reconocido como una necesidad y una arbitrariedad de la observación humana.”[2]

¿Por que sucede esto así? No lo puedo responder, pero parece ser un hecho científico que cada persona construye el mundo que percibe a partir de sus propias observaciones:

“...A partir de aquí se plantea un gran problema. ¿Qué poder virtual tiene el observador sobre la creación de la realidad? El conocimiento de los elementos que nos rodean, parece ser el eslabón entre el mundo cuántico y la realidad común. Es decir, la conciencia del observador es la que hace realidad lo observado. Por eso, Prigogine dice: "La realidad se nos revela sólo a través de una construcción activa en la que participamos" .[3]

Si esto sucede así, cobra sentido que la naturaleza del hombre sea conflictiva, pues es el único animal con facultades para observar y percibir. Es decir, si dos individuos se enfrentan a un mismo fenómeno, lo pueden y lo van a percibir de dos diferentes maneras. ¡Se genera un conflicto: hay dos interpretaciones! A partir de esas interpretaciones, cada individuo construye su realidad y planea su supervivencia. Si la supervivencia es grupal, todo el grupo escoge una interpretación del mundo, no siempre producto de su percepción, sino de los convencimientos que ejerza el líder sobre el grupo, pero esa ya es otra historia.

Como conclusión, quiero resaltar el hecho de que reconocer las diferencias en la percepción, es encontrar que la suma de las percepciones hace una explicación mas coherente del mundo. Todos tenemos algo que aprender de los demás, nadie realmente lo puede saber todo, y el conflicto es el punto de partida para elaborar una mejor comprensión de la realidad.




[1] Ph. D. Sergio A. R. Gutiérrez Morales, Física Cuantica y Consciencia de la Realidad, Monografía, , sergumor@hotmail.com. publicada en: http://www.monografias.com/trabajos14/fisica-cuantica/fisica-cuantica.shtml

[2] Ph. D. Sergio A. R. Gutiérrez Morales, Física Cuantica y Consciencia de la Realidad, Monografía, , sergumor[arroba]hotmail.com. publicada en: http://www.monografias.com/trabajos14/fisica-cuantica/fisica-cuantica.shtml
[3] Ibid

Mecanismo de Solucion de Conflictos en una Inst. educativa.

Solucion de conflictos al interior de una institución educativa
Ensayo
Por: Elkin Marquez Fernandez.
EPDAA Consejeria Academica de Grupos
Julio de 2008

La solución de conflictos al interior de las escuelas actualmente se maneja desde el Manual de Convivencia, pero muchas veces esos manuales de convivencia no fueron formulados desde una óptica comunitaria, sino desde ciertos paradigmas que guiaron a los que formularon el Manual. Por lo general un Manual de Convivencia se arma a partir de otro ya elaborado, y se defienden actitudes tradicionalistas muy externas tales como el uniforme, la disciplina, las normas de comportamiento y presentación personal y otros aspectos que definen una educación tradicional.

Sin embargo, una visión globalizante debe ver no sólo al interior de las escuelas, sino al mundo a través de ella. Debemos preguntarnos permanentemente:

¿Estamos preparando a los niños, niñas y jovenes para enfrentar los retos de la sociedad del presente y del futuro?
¿O estamos formando a los estudiantes para el mundo en el que vivimos nosotros, O sea, el mundo del pasado?

El docente debe entender que el mundo de hoy es diferente al mundo en el que él se educó. Por lo general, las normas y procedimientos que inculcaron en el pasado ya no son vigentes. Hoy el docente no puede ser una figura autoritaria ni llena de poder, sino un miembro más de un proceso de aprendizaje cooperativo y colaborativo.

Sin embargo, la mayoría de manuales de convivencia por lo general ven a los estudiantes como sujetos a los que hay que formar y educar, sujetos de aprendizaje, pero no de quienes se pueda aprender algo significativo. Pero el mundo de hoy, la conectividad y los innumerables accesos a la información, permite la existencia de jóvenes estudiantes más expertos en ciertos temas que el promedio de los docentes y directivos de una institución.

Por otro lado, según ciertos autores, existe la creencia de que el estamento estudiantil es el único que genera conflictos en las instituciones, y el manual establece acciones para corregir ese tipo de conflictos, y deja de ver que en toda comunidad o grupos siempre hay conflictos.

Según GINARD Y KOCHS el conflicto en las escuelas debe verse como una oportunidad para el entrenamiento en habilidades comunicativas y de resolucion de conflictos.

“EL CONFLICTO ES UN HECHO BASICO DE LA VIDA Y UNA OPORTUNIDAD CONSTANTE PARA APRENDER. HACERSE CARGO DEL APRENDIZAJE QUE SE DA APARTIR DE LOS CONFLICTOS QUE NOS RODEAN ES UNA RESPONSABILIDAD IMPORTANTE Y CRUCIAL DE TODOS LOS EDUCADORES” [1]

Debe aceptarse que El conflicto es un hecho social inherente a todo proceso de interacción humana. Según Karl Marx,

“La sociedad no es principalmente un aldea de funcionamiento tranquilo de un organismo social, un sistema social estático. La característica dominante es, más bien, el cambio continuo, no sólo de sus elementos si no de su propia estructura”[2]

Por lo tanto, se esperaría que la escuela, como espacio privilegiado para el desarrollo del saber, promoviera el aprendizaje positivo de la resolucion de conflictos., sobre todo en un país como el nuestro, Colombia, que ha sufrido de conflictos durante tanto tiempo que supera el tiempo de vida de los estudiantes más adultos. Es decir, el conflicto es transgeneracional, los niños uy jóvenes de hoy nacieron con la problemática encima.

Muy a pesar de las oportunidades que se presentan para una educación crítica y para el desarrollo del pensamiento independiente, los medios venden la idea de que la paz es la ausencia de conflictos, y los docentes están haciéndole el peligroso juego a esas creencias. Los medios y todos los líderes de opinión parecen querer vender las mismas espantosas ideas de que la tolerancia y el diálogo son perjudiciales para la negociación, que la fuerza vale más que mil palabras, y que el tiempo que se invirtió en el diálogo ha sido tiempo perdido… el diálogo es visto como una señal de debilidad, y parece ser que el aprendizaje que hemos hecho todos los colombianos en la última década, es que primero hay que someter al opositor hasta colocarlo en una situación de clara inferioridad para luego entrar a una posible negociación o diálogo con unas posiciones mucho más beneficiosas.

Por esa creencia subterránea (Creencias y Actitudes de las Partes en Conflicto, Mazzarella/Mesa)[3] es que los sindicatos son recalcitrantes en sus paros previos a la negociación, por eso los insurgentes hacen escaladas de ataques antes de sentarse a dialogar, y por eso los partes de victoria recientes del ejercito colombiano parecen indicar que ahora sí se puede negociar la paz. Pero es posible que nos hayamos “matriculado” sólo con una parte del problema, es decir, con un actor del conflicto, y dejamos de ver o entender todo el panorama. Para llegar a una solución es necesario escuchar y hallar intereses comunes para ambas partes (Las Posturas, Mazzarella/Mesa)[4], no simplemente imponer la idea de quien demuestre ser más fuerte porque entonces el conflicto deja de ser explicito y se convierte en latente (Tipos de Conflicto, Mazzarella/Mesa)[5] : las soluciones se falsean y el conflicto entra en pausa hasta hallar una forma más poderosa de ser expresado.

Los manuales de convivencia institucionales favorecen un tipo de pensamiento racional, cerrado (Problemas de solución abierta contra problemas de solución cerrada NAPIER Y GERSHENFELD)[6], afirman el ejercicio del liderazgo autoritario y anulan la participación de la comunidad de estudiantes en la solucion de problemas. Una muestra de ello es que por lo general establecen una serie de pasos o actividades preestablecidas (NAPIER Y GERSHENFELD, Artículo Mencionado), como reuniones, un codigo rigido de faltas leves y graves, una lista de castigos y una lista de derechos y deberes que cierran las discusiones alrededor de frases cuyo significado o sentido por lo general no ha sido negociado (Negociación de Sentidos, Dewey)[7].

No propongo anular los sistemas convencionales de solucion de conflictos, pero quiero proponer una estrategia alterna, especialmente para aquellos conflictos que involucran a estudiantes con estudiantes o grupos de estudiantes (intergrupales), mezclando una estrategia formal de pasos con la participación de estudiantes en la definición del problema y en la búsqueda creativa de soluciones pacíficas al conflicto.

Esta estrategia está basada en la teoría de “El Conflicto Escolar” Mazzarella / Mesa y la dinámica “Sinectica” de Gordon.

ESTRATEGIA DE SOLUCION DE CONFLICTOS INTRAESCOLARES
Pasos:

1 Percepción del conflicto
Establecer mecanismos que permitan el encendido de algún tipo de alarma cuando se presente un conflicto, con el fin de evitar que las partes intenten solucionarlo de manera equivocada y sin efectuar un aprendizaje del proceso.

2. Activación del aprendizaje.
Una vez percibido el conflicto, debe establecerse un ritual que indique la preposición de las partes en conflicto para efectuar un aprendizaje del mismo. Para ello, deben cumplirse al menos con las siguientes condiciones:
- Efectuar una lectura de valores o un pensamiento clave o una oración en la que se reconozca el valor de ser humano, la igualdad de todas las personas y el derecho a la vida.
- Elegir un relator o un grupo de relatores que se encargarán de tomar anotaciones del proceso.
- Elegir un líder o coordinador del proceso, rotar esta posición entre todos los estudiantes del salón, o entre quienes se muestren naturalmente más aptos y dispuestos para ello. Puede ser democráticamente, o asignado por el docente, pero debe estar por fuera de las partes en conflicto.

3 Delimitación del conflicto.
Esta parte ayuda para activar la creatividad en la busqueda de soluciones al conflicto. Deben responderse al menos a las siguientes preguntas, auque puede ampliarse tanto como se desee sin que llegue a ser muy oneroso. Este paso deben hacerlo los relatores con la supervisión y apoyo del docente.

a) ¿Quienes hacen parte de el? ¿Se trata de un conflicto de un individuo contra un grupo, de un grupo contra un individuo, de un individuo contra otro o de un grupo contra otro? ¿Se desarrolla sólo al interior de un salon de clases o sus efectos pueden afectar más allá, a la escuela o al entorno?

b) Caracterizar el conflicto (Basado en el documento de Mazzarela/Mesa).
- De autoridad
- De hábitos, creencias o costumbres
- De Sentimientos
- De expectativas
- De Intereses
- De Ideas
- De Tendencias
- De Derechos-Deberes
- De Libertades – Responsabilidades
- De Garantías – Obligaciones – Compromisos.
c) Determinar el tipo de conflicto:
· Conflicto Innecesario: surge de una mala comunicación.
· Genuino: surge de unas diferencias concretas.
· Verídico: existe objetivamente, de lo contrario no se puede resolver con facilidad.
· Contingente: depende de circunstancias.
· Desplazado: no es el conflicto central, sino una expresión del mismo.
· Mal atribuido: se esta expresando ante partes no involucradas
· Latente: aún no se ha manifestado como conflicto.
· Falso: esta basado en una mala interpretación.
d) Qué tipo de creencias tienen las partes en conflicto:
- Culturales: relativas al honor, la vergüenza, la lealtad, la privacidad, etc.
- De la cultura organizacional: valores, costumbres institucionales, etc.
- Asertividad: relativas a los valores individuales
- Agresividad: si creen o no en el uso de la fuerza
- Temor y prevención: los nuevos que ingresan al grupo.
- Rechazo a las decisiones: defensa del statu quo.
e) Definir bien las posturas iniciales
Clarificar muy bien qué es lo que considera cada parte como la solución al conflicto.

4. Conformación del grupo de apoyo.
Cada parte en conflicto escogerá un número igual de individuos para conformar el grupo de apoyo. Pueden ser otros estudiantes, o docentes, o padres de familia. No debe ser muy numeroso, pero si es importante que sea equilibrado, y que esas personas estén por fuera del conflicto. Es decir, pueden ser de otros salones. Pueden llamarlos consejeros, o padrinos, o acudientes, o representantes, o jurados, o arbitros, o inventarse otro nombre. La conformacion de dicho grupo debe coordinarla el lider escogido en el paso 2.

5. Planteamiento del conflicto:
El relator o grupo de relatores expone el punto 3 ante el grupo de apoyo,. El grupo de apoyo debe escuchar atentamente, una sola vez, la exposición oral, y formular el problema por ellos solos.

6. Replanteamiento del conflicto:
El grupo de apoyo expone ante las partes en conflicto las interpretaciones o formulaciones del problema o conflicto, si ellos aceptan dicha formulación como correcta, se sigue con el paso siguiente, de lo contrario el proceso se devuelve al paso 5.

7. Búsqueda de propuestas de solución
El grupo de apoyo hace una lluvia de ideas, proponiendo sugerencias de solucion del conflicto. No hay ningún limite a las ideas, simplemente deben dejarse fluir e ir anotándolas en un tablero. Esta fase debe ser coordinada por el líder escogido en el paso dos.

8. Escogencia de alternativas de solución.
El líder asocia, con ayuda del grupo de apoyo, la idea o mezcla de ideas que más favorece a un planteamiento de solución al conflicto. Luego, se escogen las propuestas más favorables y aplicables. El líder debe tener claras las motivaciones, las necesidades y los intereses ocultos de las partes en conflicto, o debe hacer un ejercicio de empatía con el grupo de apoyo.

9. presentación de soluciones a las partes en conflicto.
El líder presenta las propuestas generadas por el grupo de apoyo, exponiendo los motivos, intereses y satisfactores que incluye. Si la solución es aceptada por ambas partes, se declara el final de la actividad, pero si no es aceptada deben recogerse las objeciones y recomendaciones de las partes y devolverse al paso 7. Para el ejerció global desde el punto 7 debe establecerse un tiempo máximo.

10. En caso de no llegarse a una solución que ambas partes consideren satisfactoria, al menos tres alternativas planteadas deberán someterse a la votación interna del grupo de apoyo tantas veces como sea necesario hasta que decante una opción privilegiada como la solución, y las partes deberán aceptar esta solución como la definitiva.

11. Socialización del Aprendizaje.
El líder, en compañía del relator o el grupo de relatores, prepara una exposición del aprendizaje efectuado con ocasión del conflicto presentado. Usadno la creatividad, se puede organizar algún tipo de encuentro, transversal al área de ética y formación ciudadana, en el que se expongan estos casos y se otorgue algun tipo de reconocimiento.

Estos pasos pueden ser modificados, permutados e intercambiados. Lo importante es activar el proceso de aprendizaje para que el joven realice un aprendizaje sde su propia experiencia.

Elkin Marquez.

[1] GINARD Y KOCHS, GIRARD, K y KOCH S. Resolución de conflictos en las Escuelas GRANICA. Barcelona. 1997
[2] Cita de Marx, mencionada en la leccion 13 del Modulo de Consejería Académica de Grupos, EPDAA, UNAD, 2008.
[3] “EL CONFLICTO EDUCATIVO”, por Mirta Mazzarella y Elvira Mesa, incluido en el Modulo de Consejería Académica de Grupos, EPDAA, UNAD, 2008.
[4] Ibid
[5] Ibid
[6] Problemas de solución abierta contra problemas de solución cerrada: NAPIER Y GERSHENFELD, incluido en el Modulo de Consejería Académica de Grupos, EPDAA, UNAD, 2008.
[7] DEWEY, mencionado en el Capitulo 3 de la Unidad 1 del modulo Producciones y Reporoduccion Pedagógicas, EPDAA, UNAD, 2008.

¿”Pertenecer o No Pertenecer a un Grupo”… una Mejor Formulación de la Pregunta Existencialista de Hamlet “Ser o No Ser”?

Guia de figuras:
figura 1: condicion sexual (la primera arriba a la izquierda)
figura 2: condicion del lenguaje (debajo de la primera)
figura 3: característica oculta - telepática -espiritual (a la derecha de la primera)
figura 4: las matemáticas de grupo.

¿”Pertenecer o No Pertenecer a un Grupo”… una mejor formulación a la pregunta existencialista de Hamlet “Ser o No Ser”?
-Ensayo libre-
Por: Elkin B Marquez Fernandez
Estudiante EPDAA UNAD 2008

Este ensayo pretende responder a la pregunta formulada por el tutor del curso de Consejería Académica de Grupos: Con relación al concepto de poder de los grupos, ¿cómo describe usted los cambios de comportamiento de la persona cuando se convierte en actor sobre el escenario?
La segunda parte de la pregunta indaga sobre la similitud que tiene con el comportamiento del docente cuando inicia su labor cotidiana.
Pero prefiero concentrarme en la primera parte de la pregunta, ya que he meditado sobre el asunto y creo haber descubierto interrogantes emocionantes.

Primero, quiero empezar resumiendo a ustedes la construcción más significativa que he hecho en estos días, en especial al tema de la conformación de grupos. En la lectura concedida por el tutor se hace una mención superficial de la “percepción sorprendente” que según Napier Y Gershenfeld significa que “En el momento en que los individuos se vinculan al grupo cambian; ya no son las mismas personas que eran antes de convertirse en miembros del grupo” [1]

Una vez que leí ese párrafo, algo se movió en mi, una comprensión comenzó a surgir desde muy dentro hasta desembocar, al cabo de unos días de reflexión, en lo que ahora quiero compartir con ustedes.

Antes de eso, quisiera referirme al concepto que tenemos de nosotros mismos.

En lo personal, siempre me consideré ante todo un individuo, alguien independiente pero interdependiente, como la fuerza de pertenecer a una comunidad pero limitado por mi piel, mi pensamiento y mis rituales y creencias. Es decir, la consciencia individual surge de la aceptación del ego. Y el ego forzosamente delimita sus propiedades: para yo ser, tengo que limitar afuera lo que yo no soy, y así puedo definir mi ser desde dentro como lo que no soy desde fuera.

Puede sonar un poco complicado, pero realmente es sencillo. Yo soy es lo contrario a lo que yo no soy, y eso establece un límite a mi ser, que primariamente se expresa en mi piel y más profundamente en mi consciencia y mi pensamiento. De este concepto egoísta del yo, surge la autoestima, tan valorada como requisito de estabilidad emocional por los psicólogos en estos días.

Desde ese auto concepto, que todos compartimos, se ha construido la sociedad como la forma obligada de renunciar a nuestra libertad individual o natural con el propósito de organizarnos en formas comunitarias, construyendo lo social, el estado y el gobierno. Como interpretó JJ Rousseau en su obra “el contrato social”, el hombre renuncia a su libertad natural para suscribir un contrato implícito al incorporarse como miembro de la sociedad.

"Cada uno de nosotros pone en común su persona y todas sus facultades bajo la suprema dirección de la voluntad general; y recibimos... a cada miembro como parte indivisible del todo". O sea que cada uno renuncia a su libertad a cambio de ser parte de la voluntad general, que ejerce un poder absoluto sobre cada individuo. Sólo la "volonté générale" es libre, pero sus miembros, pretende Rousseau, alcanzan una libertad potenciada a un orden superior del ser”.[2]

La sociedad es entonces el grupo principal por excelencia, más importante que la familia, ya que el individuo debe desligarse de su núcleo familiar, y puede negarse a formar una familia, pero siempre pertenecerá a un grupo social.

En ese orden de ideas, el “yo” renuncia a su esencia independiente, y comienza a existir en otra fase, interpretada por Rousseau como superior, y es la fase de la existencia social. Por lo tanto la existencia se transforma de la afirmación del “yo soy” a la afirmación del “somos”. Para explicarlo mejor, nos definimos con un gentilicio y con una ciudadanía, que, a la vez que identifica a la persona como individuo, la circunscribe dentro de un grupo que define su existencia social y legal.

Eso es fácil de entender, hemos lidiado con eso desde que nacimos: el registro civil, el bautismo, la tarjeta de identidad, la cédula de ciudadanía, etc, son diligencias que nos han entrenado en el “arte” de existir en una sociedad.

Pero la lectura de Napier (ese breve párrafo) movió, como dije antes, mis constructos mentales, la estructura de lo que sé y me ha hecho comprender otras cosas diferentes y nuevas. Es esa comprensión que quiero compartir con ustedes y obtener una reflexión desde unas estructuras cognitivas diferentes a la mía. A propósito, quise buscar más del libro de Napier, pero lastimosamente no pude encontrar nada publicado en línea. Por lo tanto, y permitiendo usar la lógica en mis reflexiones, aceptaré la tesis de la “percepción sorprendente” de Napier como una hipótesis, ya que limitado por mis capacidades de búsqueda bibliográfica no he podido hallar una validación de la comunidad científica sobre el tema.

Sin embargo he podido verificar en mis experiencias pasadas la validez de la hipótesis de Napier. He pertenecido a diversos grupos religiosos, y he notado cómo las personas que se incorporan a esos grupos se transforman en algo diferente. Muchas veces esa transformación es atribuida a Dios, y otras veces al Diablo (eso depende del tipo de transformación y de si quien juzga está dentro del mismo grupo religioso o lo hace desde otro grupo antagónico), pero ahora entiendo que el sólo hecho de incorporarse a un grupo, genera un cambio en el individuo, pues delega su autonomía en sus líderes, quienes se encargan de adoctrinar en los valores del grupo como si de ellos dependiera la vida misma.

El proceso es más o menos así:





Primer paso: asumir que en la vida de la persona hay un problema que no puede resolver por sí misma.



Segundo paso: aceptar el poder sobrenatural de una entidad superior, que opera a traves de un grupo específico.



Tercer paso: incorporarse al grupo, cediendo el control de una parte de su vida a los líderes del grupo, a traves de la adopción de las reglas, normas y hábitos del grupo.



Cuarto paso: el individuo se transforma en alguien diferente.



Quinto paso: si el individuo se siente mejor con su transformación, reforzará su pertenencia al grupo, cediendo cada vez más su autonomía hasta no distinguir su propia personalidad de la del grupo. Si, por el contrario, el individuo no se siente a gusto con su transformación, entonces se desliga del grupo y se une a algún otro.

La comprensión que he hecho es que es el hecho de pertenecer a un grupo el que logra el cambio de la personalidad, y no la intervención de Dios. (Aunque no me niego a aceptar su influencia, sólo la pongo en duda).

De la misma forma deben operar los demás grupos, tal como el de los Alcohólicos Anónimos, Sexohólicos Anónimos, Cualquierotroviciohólicos Anónimos, Voluntariados como Rotary, Leones o Cámara Junior. En esos grupos siempre se verá a cierta categoría de miembros que obedecen obtusamente y a ultranza los valores tradicionales del grupo porque han hecho de ellos su propia identidad, y los cambios al grupo atentan contra la supervivencia de su propia identidad. También existirían casos más moderados pero impactantes de personas que, a partir de su vinculación al grupo, adquirieron cualidades en su personalidad o generaron oportunidades que les favorecieron para su éxito personal (a propósito, el éxito es un concepto netamente social), tales como amistades, disciplinas personales, habilidades organizativas, para la comunicación o el liderazgo, entre otras.

No se puede dejar de mencionar el caso de los grupos cerrados y crípticos, de cultos exclusivos o de intenciones misteriosas e ilegales, como el satanismo, las pandillas, ciertas comunidades de comercio prohibido o las sectas que persiguen la iluminación o el poder, o predican una verdad que va en contravía de los intereses de la sociedad. Por lo general la vinculación a estas sectas está llena de rituales y requisitos que exigen o promueven la demostración de la fidelidad, la cual encarna la cesión de muchas libertades naturales de sus miembros. La no sumisión a las reglas dentro de estos grupos cerrados puede castigarse con la exclusión, la deshonra o incluso la muerte.

El asunto que quiero resaltar, más que el efecto que los grupos producen en los individuos que se incorporan a ellos, es que, al parecer, estamos diseñados para pertenecer a un grupo.

La comprensión que he realizado es que no somos individuos realmente, y la realización de nuestro ser no está en la delimitación de nuestra existencia independiente de los otros, sino precisamente en la unión o acoplamiento con una grupo determinado.

Si mi hipótesis fuera cierta, entonces deberíamos encontrar en el ser humano ciertas características que lo obligaran a pertenecer a un grupo. Es decir, así como encontramos dientes que nos sugieren una alimentación vegetariana, y pulmones que nos definen como un animal terrestre, y un dedo pulgar que permite crear instrumentos para el trabajo, deben existir ciertas condiciones fisicas, y mentales que nos favorezcan pertenecer a un grupo más que a la existencia solitaria.

Creo que puedo definir varias:

Una de esas condiciones es el sexo. La disposición anatómica sugiere un acoplamiento, que define un propósito de unión. Un personaje solitario no puede reproducirse.


(ver figura 1)


Otra característica es el lenguaje. El cual no tiene otro propósito que el de intercambiar información, experiencias e ideas. Un personaje solitario no puede aprender de otro.

(ver figura 2)

Haría falta descubrir la telepatía, u otra característica oculta que defina la naturaleza espiritual trascendental del hombre.

(ver figura 3)

Siempre encuentra uno información de ese tipo sin la rigurosidad del experimento científico, pero con cierto aura de espiritualismo del que se es inescapable hoy en día.

Títulos muy sugestivos de consciencia colectiva, telepatía, hermandad espiritual y despertares cósmicos fueron esquivados en mi búsqueda de información sobre este tipo, sin embargo, no son fenómenos que se deban descartar, sino que no pueden integrarse por lo pronto a la lógica científica.

Sin embargo, oí en un documental sobre cierto experimento en el que se colocó un crucigrama inédito a un grupo de personas y emplearon más tiempo que en llenar otro crucigrama igualmente desconocido para ellas pero que había sido resuelto previamente. “Es como si hubiera algún tipo de conexión mental entre todos los seres humanos” dice el personaje.[3]

Pero lo más asombroso es lo que encuentro dentro de mi mismo. Meditando en este asunto, hallo mucha afinidad con este tipo de pensamiento: que el ser humano proviene de la separación de un ser original superior, de una especie de comunidad superior que fue disgregada. Es decir, nuestra tendencia a congregarnos proviene de una cualidad dentro de nosotros: lo necesitamos para volver a ser lo que fuimos.

Si el teorema de Pitágoras nos aclara cómo funcionan los atajos, y la matemática nos dice que el infinito más un millón no puede ser mayor que el infinito, esta teoría nos mostraría que, en cuestión de grupos, las matemáticas serían:

(ver figura 4)

O, que el grupo es superior a la suma de las partes.

Si esto fuera cierto, cobraría sentido decir que nosotros estamos “dentro“ de Dios, y que no le percibimos por lo cerca que está. Pero hemos perdido esa consciencia de que hacemos parte de Dios, y lo hemos negado o matado, al mejor estilo nietscheniano, y esa negación de Dios y la afirmación de nuestro Yo ha permitido una existencia más o menos independiente.

Dicho en otro lenguaje, parafraseando al astronomo James Lovelock en su hipótesis de Gaia[4]: ‘la tierra no es más el espacio en el que viven unos seres individuales, sino la suma de los seres que la conforman, y le dan una identidad pulsante, ardiente y viva’. O sea, así negáramos a la tierra, seguiríamos viviendo en ella.

Es como la existencia de una célula de nuestro cuerpo, o de una rama en un árbol. Esencialmente es gregaria, porque sola no puede existir, pero si reclama la existencia propia ¿Qué sucede? Debe separase del cuerpo o el arbol original. Un órgano separado del cuerpo vive muy poco, en tanto que sus funciones vitales son compartidas por otros órganos que han permanecido en el cuerpo, como el corazón que bombea la sangre a traves de la cual llegan los nutrientes y el oxigeno. En el caso del árbol es más fácil de imaginar la separación, como la rama que se suelta y se siembra en el suelo, deja de ser rama y se convierte en árbol, si consigue con éxito independizarse. Sin embargo, una vez que se convierte en árbol, comienza a producir nuevas ramas, es decir, a crecer.

Si el hombre se ha separado de Dios, para convertirse en otro dios, necesariamente debe hacerlo unido. Sin embargo, si se ha separado de Dios, y ha experimentado la separación y quiere volver a Él, entonces debe existir un lugar del acoplamiento. Si la hoja, quisiera volver a la rama, debe acoplarse por la vaina, si la rama al árbol, por la raíz de la rama. Si el hombre a Dios, ¿por dónde lo haría?.

“Diabolo” quiere decir separado. Adversario quiere decir oponente, o el antagónico, aquel que disiente del que antes era único y crea la diversidad. A partir de esa “disgregación” o separación es que la mitología espiritual de todas las religiones han creado la figura legendaria del diablo como origen del mal y la separación. Obviamente, si la unidad original era buena, la única forma de separarse era convirtiendose en la alternativa, o sea, siendo malo. Pero ¿existe el Diablo como persona o es una excusa para expiar la culpa que sentimos por nuestra propia separación de Dios?

¿Es decir, existe el diablo como un ser independiente de la humanidad o es la humanidad misma el Diablo, el separado de Dios? ¿escuchó realmente Eva a la serpiente o se escuchó razonando a sí misma? ¿realmente seríamos capaces de rechazar la oferta del conocimiento y la ciencia a cambio de la paz, cuando precisamente estuviéramos en Paz?

Siempre me llamó la atención la sugestividad de los nombres involucrados en la caída del hombre en el génesis. Eva quería decir madre de todos los vivientes. Eva era realmente una extensión de Adán, por lo que fue sacada de sus costillas, y no creada independientemente. Eva era algo así como el “espiritu libre e inquisitivo” de Adán, que simbolizaba a todo el género humano. A ellos se les prohibió comer de un determinado árbol: “el Arbol De La Ciencia” humm… qué delicioso nombre. ¿porqué no le pusieron más bien “el árbol de la muerte”?. Luego viene la serpiente, que con astucia e inteligencia le insta a desobedecer, a tomar un camino desconocido, a “abrir los ojos” a experimentar. Yumi yumi… qué banquete científico.

¿Realmente seríamos capaces de rechazar esas ofertas? ¿podría el espíritu humano en pleno uso de sus facultades detener el desarrollo de la ciencia ante la amenaza de la muerte, o prefiere morir siendo sabio? Siempre queda la esperanza de que la ciencia nos salve.

A modo de conclusión, he comprendido que la naturaleza del hombre es la de ser parte de una comunidad mayor. El hombre como individuo hace parte del hombre como humanidad en general. El hombre como individuo evolucionado también hace parte de una entidad natural superior, llámese Gaia o Universo o Dios, con el cual está íntimamente ligado y quien le da características a su existencia.

En planos menos espirituales, el hombre, como ser gregario, permite la modificación de su conducta y personalidad a través de la pertenencia a diversos grupos, desde la más abarcante generalidad como la humanidad completa o una categoría de hablantes de una determinada lengua, hasta grupos muy específicos y pequeños como la familia o la pareja.

Los grupos tienen la capacidad de potenciar las posibilidades que individualmente se podrían conseguir, por lo que constituyen no una entre muchas estrategias para enfrentar el futuro, sino la única estrategia.

El asunto existencial entonces deja de ser quien soy yo y pasa a ser ¿quiénes somos nosotros? Y definimos nuestra existencialidad a partir de un grupo determinado, de tal manera que nuestras alternativas ya no serían “Ser o No Ser”, del trágico Hamlet, sino “pertenecer o no pertenecer” a un grupo determinado. En la interpretación religiosa, las opciones son: una, regresar al grupo original: Dios o la familia divina, y disolver nuestra identidad independiente en la identidad del cuerpo completo o dos: mantenerse separado, junto con el “diabolo”, que de todos modos significa estar unido a la humanidad como una super-entidad con existencia independiente.

Si 1 + 1 =3, cuánto sumará todos más todos?
EBMF
2008









[1] NAPIER,R: et all. Grupos. Teoría y Experiencia. Trillas México 2002 p.14 Citado en: Unidad 1 Capítulo 1 Leccion 1, Consejería académicas y de grupos, EPDAA, UNAD, 2008.
[2] Cita de J J Rousseau, del libro “El Contrato Social”, citado en: Diaz, Ramón, “Cuatro Contratos Sociales” publicado en la revista virtual Analítica Semanal, Venezuela Analítica Publicaciones. http://www.analitica.com/vas/1999.05.2/articulos/11.htm.
[3] Despierta a la vida, documental de la Warner Independiente, 2005. Titulo original Waking Life. Basado en un libro de Phillip Dick, dirigida por Richard Linklater.
[4] Las Edades de Gaia, James Lovelock, pagina 14.




El Manual de Convivencia, el Espíritu de Grupo y el Desarrollo de la Autonomía

Ensayo
El Manual de Convivencia, el espíritu de grupo y el desarrollo de la Autonomía -Relato de un caso-
Por: Elkin B. Marquez Fernandez
EPDAA UNAD 2008
Consejería de Grupos.

Desde la óptica de la dinámica de grupos analizada en la asignatura Consejería de Grupos de la Especialización en Aprendizaje Autónomo de la UNAD (especialmente los planteamientos de Tito Nelson Oviedo del ICESI), el autor pudo observar un caso que desea compartir con los lectores bajo la modalidad de ensayo libre. En este caso se puede ver con claridad el efecto que tiene la imposición de reglas sobre una comunidad, aunque las mismas tengan mucha lógica y sean coherentes con la constitución. También la cohesión que puede surgir en un grupo que adquiere elementos de identidad en la forzosa clasificación que sobre ellos hacen quienes fungen como sus dirigentes o gobernantes, y el efecto de arrastre que sobre un grupo homogéneo tiene una iniciativa de rebeldía que interprete el sentir común. Al final, se puede ver que un grupo surge de una clasificación externa, se consolida por la identidad mutua y la solidaridad y luego se desvanece sin formalidad alguna.

El caso se desarrolla en la Institución Educativa Elvia Vizcaíno de Todaro, en Aracataca, Magdalena, en los primeros meses del año 2007. En ese entonces el docente que les relata, en adelante mencionado como “el observador”, se desempeñaba como docente de media en las asignaturas de física y matemáticas.

El personaje principal fue un estudiante, que venía de un hogar disfuncional, padres separados y ausentes, y bajo la tutela de la abuela. El estudiante estuvo desescolarizado voluntariamente dos años, abandonó sus estudios apenas iniciado el décimo, por motivos que el observador desconoce. Luego, en el año 2006, con la ayuda de un amigo que es estudiante de la institución, usa de la figura de asistente para ir a clases, pero sin haberse matriculado. El docente de química halla que sus habilidades para el aprendizaje son superiores al promedio de los demás estudiantes, e intermedia para que lo acepten como estudiante matriculado, a pesar de que no cuenta con los papeles necesarios para ese trámite, en el grado decimo.

El estudiante cuenta con ciertas particularidades que le merece un rechazo entre la mayoría de docentes y directivos: a pesar de ser brillante, es bullicioso, no hace todas las tareas, se sienta en los puestos de atrás y lo que más problemas le causó: tiene el cabello largo. Adicionalmente, debido a sus limitaciones económicas, no se presentaba con el uniforme completo a las clases, y en lugar de un pantalón negro, como indicaba el manual de convivencias, usaba siempre un mismo jean azúl.

Eventos observados: en cierta clase, el docente de filosofía le sugiere que debe cortarse el cabello, y previamente había sido indicado por muchos otros docentes en el mismo sentido, ya que su presencia personal no estaba de acuerdo con las normas escolares. Entonces el estudiante hizo unas carteleras que repetían el derecho constitucional al libre desarrollo de la personalidad, indicando el artículo correspondiente. Esta reacción fue interpretada por el docente como una falta de respeto.
En otra ocasión, un docente de gran influencia en la institución lo llamó aparte y le mostró que él era diferente a los demás y le sugirió que debía interpretarlo como algo que no era normal.
En otra ocasión, al margen de unas elecciones escolares, la directora le advirtió que si no se cortaba el cabello no podría ejercer el cargo.

El estudiante se lanzó como candidato a personero estudiantil, y tomó como lema de campaña precisamente su apariencia personal. Hizo campaña con frases tales como “Gordo o Flaco, Calvo o Pelucón, vota # en el tarjetón” y “Se Vale Todo lo que eres, todo lo quieres, todo lo que puedes” (parafraseando un eslogan de una compañía colombiana de confecciones).

Los demás estudiantes de la institución interpretaron a este candidato como símbolo de la rebeldía y al otro candidato (un excelente lider escolar) como símbolo de la alineación. El observador observó esa tendencia en las expresiones informales de los grupos de estudiantes, que básicamente decían que las directivas no querían que el estudiante ganara las elecciones, así que hicieron suya la campaña.

Un día antes de las elecciones, según relató el estudiante, la rectoría le dijo que si no contaba con el uniforme completo para el día de las elecciones, no le reconocería los resultados de las elecciones. Este relato motivó a muchos de sus compañeros para que hicieran una colecta y le compraran un pantalón negro. El día de las elecciones contaba con su uniforme de diario completo.

El estudiante ganó las elecciones con un alto margen de diferencia frente a su contendor. Sin embargo, no tuvo un desempeño brillante como personero, pues el observador interpreta que el objetivo personal del estudiante no fue el des el personero sino el de demostrar que sí podía llegar a serlo.

Posteriormente, ese mismo año, el observador vio la resolución de un conflicto entre otro estudiante y un directivo en la institución. Ese otro estudiante llegó una día con el uniforme incompleto y la coordinadora de disciplina le dijo que no podía entrar a clases sin el uniforme, a lo que el estudiante se enfrentó argumentando que debido a un accidente el uniforme se había perjudicado y ese día no tenía otra forma para ir a clases sino con el uniforme incompleto, pero que él tenía el derecho a la educación, y que no podía sacarlo de clases por ese motivo. El caso se resolvió cuando la coordinadora de disciplina lo dejo seguir y no le reclamó más en esa ocasión.

Conclusiones:

El observador pudo observar que, a pesar de que se supone que el Manual de Convivencia fue elaborado en concertación con los estudiantes, las normas respectivas a la presentación personal y uniforme no fueron concertadas realmente con los niños y jóvenes, por lo que las normas no tenian el mismo sentido para los directivos y docentes que para los estudiantes. Es una falacia hacerles creer que ellos tienen poder de decisión cuando en realidad sólo se les hace escoger dentro de un universo limitado de opciones predeterminadas.

Para lograr el propósito de educar en la democracia, debe permitirseles a los jóvenes la oportunidad de experimentar las consecuencias de tomar decisiones contrarias a las establecidas como moralmente correctas, con el fin de aceptar las normas coherentemente con su sistema de valores o moralidad personal.
“la escuela activa se esfuerza en proporcionar al niño situaciones en las que tenga que experimentar directamente las realidades morales, y que vaya descubriendo, poco a poco, por sí mismo las leyes constitucionales…”[1]

Por otro lado, el observador pudo verificar en este caso que la conformación de un grupo puede originarse por la calificación que se le haga a un grupo disímil de personas con un factor común, por parte de personas de un nivel superior o con ascendencia. En este caso, hubo cohesión de grupo cuando una cantidad de estudiantes identificó a uno de los candidatos como un rebelde que enfrentaba a los directivos por normas con las que ellos tampoco estaban de acuerdo. En la democracia como en la vida real, se conforman grupos de apoyo en torno a ideas comunes o a resentimientos que afecten a personas del mismo nivel. En este caso, el observó la creación de un grupo de apoyo a la campaña originalmente solitaria del estudiante “rebelde”.

Otro factor de cohesión del grupo fue la comunicación: los mensajes proclamados por el estudiante eran claros e iban dirigidos a potenciar el desencanto que sentían en común. Una característica de este grupo de apoyo es también que hablaban el mensaje común de los jóvenes, pues para un joven no tiene el mismo sentido el uso de un uniforme que para el adulto. El observador sugiere que mientras para los adultos el uniforme persigue la meta de la formación igualitaria, para el estudiante es simplemente una solución de vestido institucional para evitar el desgaste de su ropa.

Otra característica de este grupo de apoyo es que aceptó la expresión de los sentimientos del que hizo su líder, mientras no aceptó la expresión de los sentimientos de quienes debían ser sus líderes, o sea, los directivos docentes.

El observador pudo percibir que la rebeldía del joven estudiante fue interpretada casi por todos los docentes y directivos como una falta de formación. En conversación con algunos directivos y docentes, ellos justificaban el comportamiento del estudiante como consecuencia de su hogar disfuncional, pero no lo aceptaban. Incluso, en una conversación en la cual el nombre del estudiante fue sugerido para participar en la convocatoria de una beca, casi logran excluirlo con el argumento de que no era sumiso.

El grupo de apoyo se diseminó una vez que alcanzó su logro de las elecciones, y el desempeño del joven estudiante fue poco brillante en su labor como personero. Sin embargo, demostró en las pruebas estatales un desempeño muy superior al promedio, alcanzando los mejores puntajes históricos al interior de la institución. El observador cree que la ignorancia sobre conformación y dinámica de los grupos evitó que los docentes percibieran y potenciaran el fenómeno en la institución a favor de unos procesos académicos más dinámicos y atractivos para el estudiante.

El observador tambien concluye que la conformación del grupo de apoyo desarrollo en los estudiantes un espíritu de autonomía, que debe ser estimulado y reforzado. Los espacios de ejercicio de la democracia son valiosos experimentos del ejercicio del propio criterio, aún en contra de lo que sugieren las personas que tienen ascendencia sobre los jóvenes, es decir, los profesores y directivos. Es una lastima que cuando los estudiantes tienen pensamiento critico o un pensamiento independiente, sea considerado problemático y rebelde, ya que no se conforma con los lineamientos establecidos por sus superiores y eso es interpretado como desobediencia.

La capacidad para desobedecer no debería ser catalogada como un defecto de la personalidad, y en cambio sí como un signo de un incipiente desarrollo de la autonomía. Debería concederse espacios de comunicación a los estudiantes rebeldes para que expresen los motivos de su comportamiento, sus sentimientos y argumenten sobre las consecuencias de sus comportamientos. Una vez que se negocien esos sentidos, al sentido de Dewey[2], la misma comunidad de estudiantes debe opinar sobre el caso y decidir sobre la moralidad del asunto. Estos ensayo, efectuados de manera controlada, podrían concederles a los jóvenes más oportunidades de formación ciudadana que las lecturas de muchos textos que no tienen sentido para ellos.

Para terminar este ensayo, el observador quiere dejar abiertas varias de las preguntas que se hizo a sí mismo durante los días de este caso. ¿es la misión del docente “formar” a personas conformes con el sistema? ¿cómo debemos reaccionar ante los estudiantes que no están de acuerdo con nuestros sistemas de valores? ¿y si los estudiantes tuvieran más poder que los docentes, seguiríamos reaccionando de la misma forma ante sus críticas? ¿Qué sucede con los estudiantes rebeldes que no podemos conformar a nuestras expectativas y sugerimos su traslado a otros centros educativos? ¿cómo puede el docente maximizar la conformación de grupos de apoyo para alcanzar los propósitos de la educación escolarizada?

Elkin Marquez, 30 de mayo de 2008

[1] Piaget, 1933, pp. 13-14, citado en: Capítulo II, leccion 4 pagina 4, asignatura Consejería de Grupos, EPDAA, UNAD, 2008.
[2] LA CONSTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA DESDE LA ESCUELA, artículo publicado en [2] http://w3.cnice.mec.es/recursos2/convivencia_escolar/5_2.htm, citado en: Capítulo II, leccion 4 pagina 4, Modulo Asignatura Consejería de Grupos, EPDAA, UNAD, 2008.

INFLUENCIA DE NUESTRO SABER CULTURAL EN EL EJERCICIO PEDAGÓGICO

INFLUENCIA DE NUESTRO SABER CULTURAL EN EL EJERCICIO PEDAGÓGICO
LA INTERPRETACIÓN DEL MUNDO A PARTIR DE LOS SABERES CULTURALES Y ACADÉMICOS
Ensayo
por Elkin B. Marquez Fernandez, CC ****,
Sistemas de Enseñanza para un Aprendizaje Significativo.
ESPECIALIZACION PEDAGOGÍA APRENDIZAJE AUTÓNOMO
UNAD, 2007

Conceptos Clave:
Saber cultural, Saber Academico.
pregunta clave:
¿Cual seria el resultado de incorporar los dos conceptos anteriores en una nueva categoria de saber?

He estado leyendo recientemente sobre la naturaleza de la verdad, o de la realidad, que es lo mismo, y me parece un tema extraordinariamente atractivo, e inescapable. Sin embargo, a la vez, agobiante, ya que compromete la naturaleza de mi ser: la definición de mí mismo, de los demás, y el papel que jugamos en esto que llamamos realidad.
Al echar una mirada a la realidad, o a lo que creemos que es la realidad, la impregnamos de nuestro propio “yo”, ya que eso es inevitable. Es más, según la física cuántica, la naturaleza subatómica de las cosas está en un estado inevitable de incertidumbre hasta cuando les “echamos una mirada”; entonces los elementos subatómicos (y por ende, los átomos y todo lo que creemos material), toman un orden específico y se muestran al espectador. Es decir, ¡El espectador ejerce una influencia decisiva sobre lo observado!

¡Apabullante!

La cuestión es: no podemos ser observadores, somos parte de lo que observamos, y eso es, al parecer, un hecho ineluctable. Una vez que aceptamos el hecho de que TODO lo que analizamos u estudiamos se comporta materialmente de ESA manera, en parte porque hemos ejercido una OBSERVACIÓN sobre ello, también tenemos que aceptar que CADA SER HUMANO FORMA SU PROPIA REALIDAD. Quiero decir, cada observador tiene una visión distinta del mundo, precisamente porque el mundo se le muestra de forma distinta a cada observador.
Ahora bien, cada persona hace observaciones sobre su entorno, es necesario para poder desenvolverse en él, y crea –conscientemente o no – una serie de interpretaciones del mundo (“las cosas funcionan así”), lo que le permite desenvolverse con posibilidades dentro del mundo físico. Por ejemplo, un niño aprende que el fuego quema, o que las alturas causan daño al caer de ellas, y en adelante evitará esas experiencias. En eso consiste la formación de un saber, a traves del uso de los sentidos y de la experiencia (que es el uso consciente de los sentidos). Y, dependiendo de la estrategia usada en el desarrollo de esas experiencias (siempre dependemos de que alguien nos “crie”), construimos nuestra estructura cognitiva.

Pero la realización de una experiencia por parte de un individuo puede no ser registrada por otro de la misma forma, es decir, un evento singular puede ser percibido e interpretado de dos formas distintas a partir de dos observadores independientes. Eso sucede así, porque la naturaleza de las cosas no se muestra de la misma forma, sino que depende de la observación que haga el espectador, según dije antes.

Por otro lado, ocurre –no pocas veces- que un grupo de observadores, educados o criados de forma similar, con estructuras cognitivas semejantes, vean similitudes en lo observado (esto confirma que la realidad es percibida de acuerdo a nuestras expectativas), y ello les permite formular saberes que son más generales, válidos para una comunidad, pero muchas veces no válidos para todas las comunidades en general.

Entonces surge otra categoría del saber: no el saber individual e independiente, que se enfrenta a otro saberes independientes y contrarios, sino “ondas” de saberes que confluyen con cierta armonia, como en el movimiento ondulatorio: coincidencias que forman creencias más fuertes en una comunidad. Esos saberes son los saberes culturales, ya no son los individuales, ya no es más el hombre un ser independiente, ahora es comunitario, gregario, y necesita estar de acuerdo en qué experiencias son válidas para la comunidad y vale la pena transmitirlas por enseñanza de una generación a otra.

Pero a medida que el hombre ha desarrollado mejores instrumentos para percibir el mundo, ha tenido que cambiar esos saberes culturales. Los instrumentos son artefactos que amplian la capacidad de nuestros sentidos. De esa forma, cuando Galileo lanzó la primera mirada al cielo nocturno con el primer telescopio, encontró que el saber cultural previo estaba errado: las estrellas eran muchas más que las que se creía que existían hasta ese entonces.

A medida que aumentaba el desarrollo de nuevos y mejores instrumentos, y que el ser humano se fue tecnificando más y más, surgió otro tipo de visión: la visión científica. El ser humano desarrolló estrategias para definir y redefinir la realidad a traves de pasos y procedimientos que garantizaran que los nuevos saberes fueran válidos para toda la humanidad, es decir que fueran saberes universales. O, lo más universales posibles, ya que es muy poco probable que una visión del mundo o de la realidad se mantenga, ya que siempre que exista la posibilidad de desarrollar mejores instrumentos, se percibirá la naturaleza de una manera diferente, y si alguna vez el ser humano se detiene en su desarrollo tecnológico será porque o se autodestruyó, o decidió detenerse autónomamente (por ejemplo, que todos se conviertan a una nueva religión que prohíba la ciencia, j e je).

El ejercicio de la ciencia, a traves del uso de tecnologías cada vez mejores, crea una nueva categoría de saberes. Estos saberes nacen del ejercicio de una aproximación a la realidad a traves de observaciones rigurodsas y del uso de metodologías universalmente aceptadas como válidas, por lo que se espera que, en principio, cualquier persona con acceso a los rudimentos de la ciencia, sea capaz de entenderlo de la misma forma. Digo en principio, porque la comunidad al frente de los desarrollos científicos es una minúscula proporción de la humanidad, ya que la inmensa cantidad de personas se dedica a otras actividades más mundanas y urgentes, como conseguir la comida, proteger la aldea, etc.

Como el ser humano tiene el grave defecto de morirse, y siempre es necesario que alguien continúe con el trabajo iniciado, los nuevos humanos que se incorporan en la sociedad son entrenados cognitivamente en los rudimentos científicos (y en todo lo demás que se considera necesario para sobrevivir en el mundo de su respectivo tiempo), a través de lo que comúnmente se llama “academia” (me perdonarán que no profundice en la etimología de esta palabra), que no es más que el cuerpo colegiado de saberes universalmente válidos, construidos con rigurosidad científica (la mayoría).

A esta nueva categoría de saberes, los interpreto como “saberes académicos” (con el fin de responder a las preguntas clave): son los saberes que surgen del ejercicio científico y que ganan el privilegio de ser enseñados a los niños y jóvenes de la sociedad, como cosas ciertas (hasta cierto punto).

Aterrizando en el tema que nos concierne en este momento, nos incorporamos los docentes AQUÍ. Los docentes somos esa parte de la sociedad, esa comunidad, que se encarga de crear las posibilidades para que los nuevos seres humanos accedan a los saberes académicos de toda la humanidad, y a partir de allí puedan desenvolverse con facilidad en el mundo creando a su vez nuevas expectativas o nuevos desarrollos para las generaciones posteriores.

Tratando de responder a la última de las preguntas guía de este ensayo, conviene tener claros los siguientes hechos:
c El individuo nunca deja de interpretar el mundo desde su óptica personal.
c El sistema educativo o académico tiene el propósito de incorporar los saberes académicos de la humanidad (logrados a traves de un trabajo arduo, continuo y transgeneracional) en las construcciones del mundo de los nuevos individuos, para así soslayar el hecho de que la gente se muere (incluso los científicos).
c Los saberes académicos son aproximaciones inacabadas del mundo real (siempre puede haber una mejor comprensión del mundo)
c En el futuro se construirán mejores descripciones de la realidad, y ellas partirán de la interpretación individual de alguien que cuestione los conocimientos académicos existentes.

Entonces, desde mi óptica individual, creo que podemos clasificar los saberes académicos con los saberes individuales en algo que podríamos llamar “Mi Interpretación del Mundo”. Esta interpretación tomaría de la fuente de las experiencias individuales, y de la fuente de las experiencias científicas, y construiría un concepto individual del mundo.

Esto es necesario porque los saberes académicos no llegan a interpretar a la realidad completamente, siempre queda una distancia que es inalcanzable (a menos que el ser humano se vuelva místico, y la fe reemplace a la experiencia). Esa distancia se llena con creencias individuales, que surgen a partir de nuestra propia interpretación del mundo, y de la calidad de las experiencias que hayamos tenido.

En cierta ocasión, hace unos diez años, visitamos al papá de un amigo de mi padre, que vivía en una granja, alejada del bullicioso mundo moderno. Conversando acerca de muchas cosas, entendí que se le hacía muy dificil aceptar lo que los demás decían, hasta que exteriorizó una de sus más fuertes incredulidades:
“¿quién dijo que el hombre llegó a la luna? Esos son puros inventos”
Como yo era muy joven (aún lo soy) me costó trabajo contener la risa. “pobre tipo ignorante; acaso no sabía yo, como ha sabido mi padre, que el hombre llegó a la luna y que hay videos y documentales sobre ese hecho histórico… a este tipo le hace falta al menos un televisor”
Ahora, que soy un poco más viejo (no mucho), me doy cuenta de mi propia ignorancia, al juzgar tan rápido al pobre campesino. ¿Qué evidencias tengo de que el hombre llegó a la luna? Lo que creo lo he creído por influencia de otras personas, periodistas, la televisión, etc, pero no fue porque lo percibí con mis propios sentidos. Al fin y al cabo, yo no tengo elementos de juicio para creer semejante proeza, a menos que decida construir sobre la experiencia de otras personas. Parece cómico desconfiar de este saber, pero incluso hay quienes aseguran que todo fue un montaje televisivo gringo para convencer al mundo de su superioridad tecnológica, que, si fue así, a la postre dio resultado.

El punto al que me quiero referir, es que cada uno de nosotros ha construido su estructura cognitiva con estos insumos:
-La propia experiencia
-Los saberes culturales (no universales) de su comunidad inmediata (familia, tribu, pueblo, región)
-Los saberes académicos (Universales) que le fueron dados a traves del sistema educativo, y en los que decida creer.

La suma de esos tres originan “Mi Interpretación del Mundo”, que es la guía individual e intransferible para el desenvolvimiento de cada quien. Esta interpretación puede cambiar cada vez que se quiera, pero mientras más cerca esté de la realidad, más realizado me sentiré.

La pregunta que me surge y que dejo abierta en el foro es:
¿Cómo debe interferir “Mi Interpretación del Mundo” en el desarrollo de mi estrategia pedagógica como docente a la hora de organizar el conocimiento académico para mis estudiantes? ¿O no debe interferir?

Elkin Marquez

uso de los saberes en la educacion.

Quiero agradecer a las compañeras por su aporte, y quiero aclarar mi punto de vista, resistiéndome a consultar los diccionarios.
Lo que quiero significar es que un saber se me antoja como el resultado de un proceso individual de la aproximación a la verdad, en tanto que un conocimiento es la aceptación de un saber como válido para todos, luego de superar ciertas pruebas de validez universal. De ahí la importancia del método usado en la producción del conocimiento (el método científico), en contraposición del método o procediumiento (muchas veces subjetivo) de la conformación de un saber. Es decir, yo puedo "saber" que existen los extraterrestres, pero no los "conozco". De esa forma, categorizo mi acercamiento a la realidad de una manera que me permita actuar sobre ella: el conocmiento científico debe priorizar sobre mis saberes.
Pero surge otra cuestión: el conocmiento científico tiene como característica fundamental que reconoce su distancia hasta la realidad: es decir, se reconoce con cierto grado de falsedad que es ineludible. Esa distancia por lo general la llenamos desde nuestros saberes, de tal manera que tenemos siempre un concepto de la verdad sin la posibilidad de saber si realmente esta es "verdadera" (je je, qué enredo).
Bueno, el asunto es que me surge la pregunta: ¿el conocimiento científico debe priorizar sobre mis saberes o mis saberes sobre el conocimiento científico?
Desde nuestra actividad como docentes encontraremos siempre este tipo de situaciones, bien sea porque el estado de arte no ha llegado a calificar esas situaciones o porque en nuestra preparación profesional no hemos alcanzado a estudiar los desarrollos que sobre ellas han hecho los pedagogos a traves del tiempo. ¿Cómo las enfrentamos?
Lamentablemente, creo que con muy pocas excepciones, solucionamos esos problemas desde nuestros saberes, sin consultar la ciencia. Terminamos invalidadndo todo el desarrollo científico previo de la humanidad porque partimos desde cero: mis propios saberes pueden estar a tono con los saberes de mi abuelita de hace 50 años. Entonces aparecen maestras de primaria que dan coscorrones a los niños o rectoras (leyeron las noticias?) que expulsan a los estudiantes porque no aceptan arrodillarse ante ella, o de cuerpos colegiados enteros que menosprecian como revoltoso a un estudiante por el hecho de ser deliberante. Y eso sin mencionar, por supuesto, el caso de la influencia de las nuevas tecnologías y el desarrollo aprendizaje autónomo en el sistema educativo.
¿Cómo evitar que nuestros saberes "manden la parada" frente al reto del uso de las nuevas tecnologías en el aula de clases? ¿frente al reto de la incorporacion de nuestros estudiantes como individuos pensantes y productivos dentro de una sociedad del conocimiento?
Su coequipero,
Elkin Marquez.

TECNOLOGÍA REVERSIBLE...?

TECNOLOGÍA REVERSIBLE?
Ensayo
Por: Elkin Marquez Fernandez
Especialización Pedagogía Desarrollo Aprendizaje Autónomo.
UNAD, 2008.

El mundo ha cambiado dramáticamente en el último siglo. El desarrollo tecnológico ha influido de manera indiscutible en ese cambio, de tal manera que hoy, en comparación a un siglo atrás, la comunicación es masiva y muy diferente a la que usaron nuestros antepasados: hoy es inimaginable un mundo sin Internet, sin comunicación satelital o sin televisión, y muchos de esos son inventos de última hora. La pregunta que me quiero hacer en este breve ensayo es: ¿este proceso es reversible, de alguna forma?

Defino aquí “Irreversible” como aquella cualidad de ciertos procesos fisico-químicos. Si algunos recuerdan, todos los procesos en la naturaleza se definen como irreversibles en termodinámica, eso quiere decir, que aunque revirtamos el proceso, nunca podremos regresar los elementos a su estado anterior, porque resultan indefectiblemente alterados. Esta ley está ligada a los principios de la termodinámica que dicen que la entropía siempre aumenta, y por lo tanto, todos los procesos del universo real son irreversibles. Pero por otro lado, tenemos los procesos reversibles, que son controlados en laboratorio y en teoría, revirtiendo los pasos, puede devolverse a la situación original.

El asunto es que, como seres humanos, nos halaga la idea de ser reversibles. Nos hacemos a la idea de que un camino que es hacia delante, por fuerza define un sendero hacia atrás, y la vista en reversa nos da seguridad: saber de dónde venimos define en cierta forma nuestro camino hacia delante. ¿Quién no ha sentido alguna vez la tranquila seguridad del camino en reversa? Como dice Facundo en su famosa canción: “Volver donde mi madre en invierno, y ver a los perros que jamás me olvidaron”. Hemos sido criados con la idea de que el retorno da seguridad. La tragedia en los cuentos infantiles ocurría tras perder el camino de regreso a casa en medio de bosques extraños; y en las producciones modernas las más aberrantes y horrorosas películas se construyen sobre argumentos que muestran un mundo destruido por decisiones humanas que no pudieron reversarse: virus inatajables, daños ecológicos indetenibles o guerras que surgen de un malentendido que no se pudo aclarar a tiempo.

Cuando emprendemos un nuevo camino, una nueva actividad o un nuevo reto, nos decimos a nosotros mismos: si no resulta, me devuelvo. El amor del hogar paterno siempre será un refugio para los malos matrimonios, y los amigos de la infancia nos llenan de nostalgia y añoranza.

Cuando nos enfrentamos a este nuevo camino, la educación mediada por las nuevas tecnologías, muchos de nosotros tememos no poder regresarnos. Quienes se atreven a dar los primeros pasos son por lo general docentes de la nueva generación (entre 20 y 30 años), pero los de generaciones anteriores esperan que de alguna forma, si no les va bien se devuelven al terreno seguro de la pedagogía tradicional. Lo seguro es lo que hemos aprendido desde hace años, y en lo que nos hemos calificado como buenos, es lo que hemos ensayado una y otra vez y nos hemos vuelto expertos en conseguir excelentes resultados (desde nuestro punto de vista).

Nos encariñamos con la idea de que podemos devolvernos si algo sale mal, si el camino se vuelve muy áspero, o si nos “coge la noche”, y entonces nos detendremos a descansar en el hogar de “lo harto conocido” y repondremos fuerzas para volver a empezar otro día con más sol o menos calor el camino hacia lo “desconocido”.

Pero los cambios que se dan en la naturaleza, -y en este caso interpreto a la sociedad como parte de la naturaleza- son irreversibles. La comunicación ha ido evolucionando a medida que ha ido incrementándose el uso de nuevas y mejores tecnologías, pero las algunas personas las han considerado como “usos ajenos” a la identidad del ser humano, y por lo tanto, como si pudiéramos vivir sin ellas.

Permítanme enriquecer mi pregunta fundamental:
¿Hemos cambiado nosotros de tal manera que no nos reconozcamos en un viaje al pasado?
Si pudiéramos desconectar simultáneamente todos los aparatos electrónicos en el mundo, ¿Aún estaríamos ahí nosotros, los del genero humano, intactos?

La respuesta ineludiblemente tiene que venir de nosotros mismos, por lo que siempre tendrá el vicio de la autocontemplación: evaluaremos lo que nos afecta no desde ese objeto, sino desde nosotros mismos, por lo tanto nuestros prejuicios resultan insoslayables.

El mundo es irrevocablemente diferente: la comunicación de hace un siglo era más bien personal y no masiva. Como ejemplo, quiero referirme al cuento “en este pueblo no hay ladrones” de Gabriel García Márquez (lo recomiendo): el que robó las bolas de billar no se había dado cuenta de que había estancado el centro de comunicación más importante del pueblo, pues cuando los hombres se reunían a jugar billar era cuando conversaban y se enteraban de todo lo que sucedía en sus alrededores. En ese caso, el centro de la comunicación era el billar del pueblo, pero en otros casos, la tertulia familiar o la plaza de mercado.

En cambio, hoy no es concebible un mundo sin Internet (por muy nuevo que sea), ni televisión. La pregunta que hago es: ¿cómo sería el mundo mañana si como consecuencia de una gran catástrofe se acabaran todas las fuentes de electricidad, de tecnologías de comunicación, de satelites, etc, y nos regresáramos al comienzo: a los rudimentos de la comunicación verbal o escrita y personal?.
Volveríamos a inventar los mismos inventos, o seríamos capaces de inventar otros nuevos?

Pero antes de que alguno de ustedes, compañeros de estudio, envíe sus respuestas atajándo mi problema, quiero manifestarles algunos aspectos negativos que encuentro en el uso de las nuevas tecnologías, sacadas en la mayoría de la lectura que hicimos en el curso[1]:

1 Borra las identidades culturales, y aumenta la brecha digital

Subyuga la identidad de los pueblos rezagados a la de los líderes. Por ejemplo: la imposición de los valores norteamericanos por sobre nuestra identidad propia. Los latinos quieren ser como los norteamericanos, usan ropa americana y hasta mastican chicle al estilo “americano”, subyugando su propia identidad de pueblo amerindio por el de angloamericanos. Los adjetivos “Indio”, Indígena” y “Aborigen”, fuera del contexto estrictamente antropológico, son usados como insultos.

Por otra parte, mientras más quieran los pueblos parecerse a otros y no a sí mismos, menos oportunidades tienen de desarrollarse a sí mismos, lo que les pierde en ventaja que los hace quedar cada vez más rezagados.

2 Expone a la sociedad a cometer errores por la incapacidad de reconocer información equivocada.

Los medios multimediales, con su profusión de elementos expositivos multisensoriales hacen que la construccion de conceptos sea más directa, plana, sin involucrar en el proceso ciertos ejercicios mentales que estructuran el pensamiento de una manera más inteligente o crítica.

Quiero exponer aquí un caso muy curioso y diciente: en le desarrollo de una conferencia en el 2º Encuentro Nacional de Computadores para Educar, uno de los conferencistas principales, (un gringo, por supuesto), mencionó un caso de estudio acerca de la influencia de la internet en la investigación escolar, específicamente en la capacidad de construir conceptos errados en los estudiantes, cuando es mal usado.

Los investigadores colocaron a ciertos jóvenes estudiantes de la básica, una investigación sobre el “pulpo de los bosques”. A todas luces es un animal inventado por la fantasía de los experimentadores, pero como parte del experimento ellos crearon también una página web en la que exponían de una manera muy seria una completa descripción de este animal, sin mencionar que era imaginario. Hicieron montajes fotográficos de pulpos viviendo en árboles y no recuerdo qué cosas más, y colgaron la página web al alcance de los estudiantes.

El asunto es que todos los estudiantes trajeron sus tareas resueltas, y habían aprendido lo que decía la página falsa como si fuera ciencia cierta. Lo que me pareció más asombroso del experimento es que, aún cuando el docente (o el experimentador, no recuerdo bien) les reveló que ellos hacían parte de un experimento y que habían caído en un error porque los pulpos de los bosques no existen, un grupo considerable de estudiantes siguió creyendo que los equivocados eran los docentes, y prefirieron creerle a la página web, ¡incluso cuando les aclararon que la página web era falsa!

La confusión entre información y conocimiento se vuelve cada vez más difícil de discernir, y la cuestión que queda pendiente es:

¿Cómo pueden usar esa ventaja los dueños de los medios masivos de comunicación?
Hagamos un búsqueda de nuevas religiones y sectas fantásticas que han surgido de este ejercicio multimedial por Internet, y veremos una lista que no parece tener fin.
¿Cómo las películas y la televisión opacan el entendimiento y el discernimiento de las personas, especialmente los jóvenes y niños? ¿Cómo la mente se vuelve más crédula o empieza a aceptar informaciones falsas como ciertas?
La sociedad que se forma sobre las tecnologías de la información de forma inadecuada destruye su criterio inteligente, el pensamiento independiente, y la autonomía. Se disfraza de autonomía una heteronomía soterrada: si el ciudadano cree que es autónomo para decidir, pero cuenta con información falsa, entonces realmente no es autónomo, está siendo guiado por alguien detrás de las cortinas.

3 El respeto y admiración por ciertas personalidades líderes anula el criterio propio.

El nuevo modelo de comunicación masiva proclama líderes de opinión, que con mucha facilidad arrastran la opinión general de los pueblos. Es mucho más difícil engañar a un grupo de personas si estas tienen un criterio propio, pero si no han sido encaradas a ver la vida con actitud crítica, las personas prefieren delegar en otros la decisión de sus acciones. Cuando éramos niños y nos ponían a escoger entre una verdad de un extraño y una mentira de nuestra madre, si escogíamos a ojos cerrados la mentira materna.

¿Qué tan independientes somos si no tenemos acceso a la creación de un criterio propio? A diseñar nuestras propias estrategias para acceder ala verdad? Antes que buscar la verdad, debemos entender que ésta existe, y que no la tenemos, y que no debemos convencernos de nada.

Lamentablemente, tanto los medios masivos como el mismo sistema educativo están llenando a las nuevas generaciones de convencimientos en lugar de dudas. Resulta más cómodo y fácil entregar respuestas que recibir preguntas, porque las preguntas nos obligan a aceptar que no sabemos las respuestas, pero las respuestas nos dan la falsa tranquilidad de que los problemas están resueltos o de que al menos tienen solución.

En los medios de comunicación masivas se promueve el culto a las grandes personalidades, a los sabios elevados, a los magnates poderosos, y minimizan la accion independiente y sencilla de encarar la propia vida con honestidad hacia la verdad.

La esperanza en un mundo mejor viene dada por la naturaleza del mercado y el respeto al libre desarrollo de la empresa y la personalidad. Las esperanza que da Hopenhayn las basa en una sociedad con capacidad adquisitiva, (leí apartes del texto mencionado) “la renovación tecnológica es tan acelerada en el campo de la información y la comunicación, que la obsolescencia acelerada de sus bienes y servicios obliga a desembolsar más dinero para estar al día. Dinero, claro está, que no todos tienen”. La gran mayoría de población en Latinoamérica esta conectada a medios de comunicación “receptores”, que no pueden enviar información sino sólo recibir (TV, Cable, Radio…). Para cubrir esas brechas, cuyas excepciones son, en las mismas palabras de Hopenhayn, “hermosos y heroicos casos singulares” de “alumnos de colegios pobres que logran dialogar desde las terminales en la sala de la escuela con pares de ultramar”, aun tenemos “una difusión todavía incipiente en las escuelas si medimos el acceso según el tiempo disponible de conectividad por alumno".

Para el caso, hagamos el ejercicio con nosotros mismos: ¿cuántos docentes de nuestra institución estan cursando estudios en el tema del autoaprendizaje? la mayoría estudian técnicas de manejo de las nuevas tecnologías, pero sólo técnicas computacionales, y muy poco de espíritu crítico. Ahora hacen tareas más rápido y mas fácil, pero queda poco espacio para discutirlas, para hablarlas, para rebatirlas conscientemente.

Somos más bien replicadores de experiencias ajenas, y nosotros y nuestros estudiantes nos conformamos con lo que otros han dicho. ¿En serio creemos que la gravedad varía según el cuadrado de la distancia? ¿que la materia es intercambiable con la energía? Estamos tan dispuestos a terminar con los problemas que solo transferimos conceptos previamente creados, en lugar de producirlo nosotros y mucho menos dejar que los niños los construyan por sí mismos. Asi pues hay dos problemas: uno de tipo económico y otro de tipo cultural: el primero nos impide que nuestra sociedad o comunidad adquiera los medios de comunicación de doble vía, y el segundo nos impide vernos a nosotros mismos deslumbrados por admirar o seguir a aquellos que consideramos más sabios o desarrollados que nosotros.

Por otro lado, también hay aspectos positivos del uso de las nuevas tecnologías, pero indefectiblemente todos pasan por adquirir capacidad crítica, desarrollar habilidades superiores mentales, distinguir la falsedad de la verdad, desarrollar competencias en el manejo de la información y, definitivamente, contar con tutores idóneos para los jóvenes en formación.

Si los docentes actuales no somos capaces de enfrentarnos al reto de caminar un camino nuevo sin opción de regreso, si no somos capaces de desprendernos definitivamente del pasado, perderemos la oportunidad singular que nos da la historia de formar jóvenes independientes y autónomos, y de construir un país con identidad propia, una comunidad que se encuentra a sí misma en el tránsito hacia un futuro mejor y no en la nostalgia del pasado que una vez nos unió.

Los docentes nos estamos rajando en la misión de acompañar a los nuevos habitantes de este planeta a reconocer el camino correcto, y a reconocer la opción correcta en un mundo cada vez más informatizado. Hemos decidido quedarnos en la seguridad de nuestro pasado, y dejamos de ver que estamos exponiendo a nuestros niños a la merced de los engaños y las manipulaciones de los dueños de los medios del futuro. Tenemos que movernos hacia adelante, establecer nexos más confiables con la tecnología, darle la bienvenida a nuestras vivencias diarias, manejarlas con discernimiento y enseñarles a nuestros jóvenes la manera correcta de usarlas.

Nosotros, los viejos, tenemos el criterio. Los jóvenes, los nuevos, tienen las destrezas. El futuro sólo es posible si se unen las dos fuentes. NO abandonemos a los niños a la merced de sí mismos y de sus habilidades. NO habrá otra oportunidad en la historia.

El cambio que ejercerá el uso de las nuevas tecnologías –especialmente la Internet- en la formación de las nuevas generaciones no podrá devolverse. Si los jóvenes se levantan sin criterio propio, pronto encontrarán a lideres perversos a quienes seguir, y creerán que están haciendo el bien.

Porque el proceso que estamos viviendo es IRREVERSIBLE.


[1] Pensar Iberoamérica. Revista de Cultura Número 5 - enero - abril 2004 www.campus-oei.org/pensariberoamerica/ric05a00.htm y otras lecturas. Ver documentos del Curso Sociedad del conocimiento publicado para estudiantes de la UNAD, 2008.